--> VERDE, VERDE, VERDE.



Sentado, entre mates y silencios. Verde arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda, un puñado de sol en mi espalda y mis pies entre las hojas. La imagen habla por si sola, como lo extraño...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero, quiero, quiero. Que belleza

Lazarillo Mochilero dijo...

Veo la foto y puedo sentir el aroma a verde y un silencio que acapara hasta los más nobles suspiros.

Dos por tres veo las de mis viajes porque me trasladan a esos momentos de un modo tan natural que me producen calma interior. De hecho, cuando necesito bajar los decibeles, recuerdo mi estadía a las orillas del Lago Hermoso, reposado sobre el verde humedecido, sintiendo una plenitud que vuelve todo posible y donde el tiempo parece no transcurrir.

Recuerdo la primera vez que conocí el Nahuel Huapi, sobre la costa de Villa La Angostura, fue tan emocionante ese entorno que me empecé a reir de la alegría, de la satisfacción, tenía ganas de gritar algo al estilo ¨vale la pena estar vivo !!!!!!!!!!¨

Agus-tincho dijo...

Lazarillo: A mi me pasa lo mismo, cada dos por tres vuelvo a ver las fotos y realmente logro transportarme (sobre todo unos dias antes del parcial, jaja). Una de las cosas que mas extraño, y expresa la foto, es justamente ese silencio, tan feroz, inmenso, y como puse, un puñado de sol en la espalda. Que tranquilidad, que serenidad. Si, se extraña.
Un abrazo lazarillo!