Sentado, entre mates y silencios. Verde arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda, un puñado de sol en mi espalda y mis pies entre las hojas. La imagen habla por si sola, como lo extraño...
Veo la foto y puedo sentir el aroma a verde y un silencio que acapara hasta los más nobles suspiros.
Dos por tres veo las de mis viajes porque me trasladan a esos momentos de un modo tan natural que me producen calma interior. De hecho, cuando necesito bajar los decibeles, recuerdo mi estadía a las orillas del Lago Hermoso, reposado sobre el verde humedecido, sintiendo una plenitud que vuelve todo posible y donde el tiempo parece no transcurrir.
Recuerdo la primera vez que conocí el Nahuel Huapi, sobre la costa de Villa La Angostura, fue tan emocionante ese entorno que me empecé a reir de la alegría, de la satisfacción, tenía ganas de gritar algo al estilo ¨vale la pena estar vivo !!!!!!!!!!¨
Lazarillo: A mi me pasa lo mismo, cada dos por tres vuelvo a ver las fotos y realmente logro transportarme (sobre todo unos dias antes del parcial, jaja). Una de las cosas que mas extraño, y expresa la foto, es justamente ese silencio, tan feroz, inmenso, y como puse, un puñado de sol en la espalda. Que tranquilidad, que serenidad. Si, se extraña. Un abrazo lazarillo!
Blog de viajes a mochila con la idea de mostrar, entre fotos y relatos, rincones de Argentina de norte a sur, sus paisajes, ríos, montañas, sus personas, personajes, tantas historias y algún toque de delirio y relatos personales.
3 comentarios:
Quiero, quiero, quiero. Que belleza
Veo la foto y puedo sentir el aroma a verde y un silencio que acapara hasta los más nobles suspiros.
Dos por tres veo las de mis viajes porque me trasladan a esos momentos de un modo tan natural que me producen calma interior. De hecho, cuando necesito bajar los decibeles, recuerdo mi estadía a las orillas del Lago Hermoso, reposado sobre el verde humedecido, sintiendo una plenitud que vuelve todo posible y donde el tiempo parece no transcurrir.
Recuerdo la primera vez que conocí el Nahuel Huapi, sobre la costa de Villa La Angostura, fue tan emocionante ese entorno que me empecé a reir de la alegría, de la satisfacción, tenía ganas de gritar algo al estilo ¨vale la pena estar vivo !!!!!!!!!!¨
Lazarillo: A mi me pasa lo mismo, cada dos por tres vuelvo a ver las fotos y realmente logro transportarme (sobre todo unos dias antes del parcial, jaja). Una de las cosas que mas extraño, y expresa la foto, es justamente ese silencio, tan feroz, inmenso, y como puse, un puñado de sol en la espalda. Que tranquilidad, que serenidad. Si, se extraña.
Un abrazo lazarillo!
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