Inocencia soledad - Parte I

Camino, viajero solitario, acompañado de mi ya absurda soledad por los senderos olvidados en pueblo perdido de diez cuadras a dispar. ¿Donde estoy? No había cartel de bienvenida, no había asfalto, no hay nadie por acá, pero sentía que había llegado "La caldera, Salta".



Caminante sin brújula, perdido despistado, acampo a metros de un arroyo que corta el monte en su mitád, la soledad se presenta como nunca lo hizo, extrema. Estoy yo (Conmigo mismo) soy mi aliado (mi rival), mi solitaria compañía. Al unísono de arroyos galopantes y polvos levantados en cada paso camino entre tierras rojizas y erectos eucaliptos adornados hacia la plaza central, olvidada, vacía vestida de extrema melancolía soledad. Cae la noche y se ilumina un pequeño cartel donde vendían comida al nadie hambriento, puesto que da a la calle olvido





-Hola... Hola, ¿Hay alguien?. Y apareció, una revelación, una ilusión, la dueña de mi destino. Mujer de cabellera tupida, llamativamente azabache pero no tanto como sus ojos negros, penetrante, donde veo mi reflejo y ella me sonríe dando bienvenidas. Su rosto era papel con líneas pintadas de batallas perdidas, mirada triste de dulzuras distantes, sin maquillaje, tan norteña, tan argentina, (Acá no hay lugar para falsos rubios ni adornos de platería), su mejor vestido... Su piel... -¿Podría ser un sándwich por favor?.
-¿Por que llora ustéd, hermosa mujer?



¿Quien iba a decir, que lo que pasó después, cambiaría mi vida? (para siempre).


.
.

11 comentarios:

El sereno de los faros dijo...

donde vendían comida al nadie hambriento.
impresionante...
voy captando cierta sinergia en tu relato con mi encuentro con la machi mapuche...

sigo el relato,
abrazo.

Caro dijo...

Chan! Y en lo mejor de lo mejor... Continuará...

Beso.

Anónimo dijo...

La vida es una aventura y vos sos un AVENTURERO, así, con mayúsculas.

Anónimo dijo...

eaaa!! Hola tinchis! He vuelto!
Jaja que casualidad que los dos subimos fotos de lugares de nuesto país. Vos te fuiste a Salta y yo a Cordoba.
Genial como siempre!

abrazote!!

Juancho!

Anónimo dijo...

muy interesante, tincho

me encantan las hostorias de viajes, y comprendo la sensación del narardor, ya que me he ido solo de vacaciones en dos oportunidades

saludosy espero la continuación

Agus-tincho dijo...

Sereno: Increíble relato tuyo, debería agregar. Aquél que me tocó en más de un sentido. Gracias por pasar.

Caro: Fiel al blog, como siempre! :D

Lucy: La vida es una aventura, cada día, cada momento, no podría estar más de acuerdo.

Juan: Bienvenido a BsAs, en un recreo me paso a ver tus fotos!! Gracias como siempre por pasar.

Galán: Que honor tus palabras, viajar solo... No tiene descripción, no lo cambiaría por nada en este momento de mi vida. Gracas por la vuelta por acá!

Abrazos, tincho!

HUMO dijo...

quiero seguir leyendo!

=) HUMO

Laura dijo...

dibujas los detalles, son geniales las descripciones en tus historias nómades
tus fotos me hicieron extrañar un montón mi norte...
salute!

Caro dijo...

Y la segunda parte para cuando che?

Que andes bien. besos.

Lazarillo Mochilero dijo...

Musicalizo la lectura del post con el grupo peruano Inkakenas (tenés que bajarte algo de ellos).

A pesar que el Norte me resulta desconocido, no asi el asombro y revelación de un viaje sin demasiada programación, en el que uno está abierto a todo. No valen los preconceptos (límites) urbanos, es todo un dejarse liberar en el andar, recorrer con mirada aguda y confiada, sentir esa corazonada que nunca se equivoca, esto es, tomarle el pulso a la madre tierra.

(siguen sonando las quenas)

Agus-tincho dijo...

debés conocerlo Laza, me canso de decirlo, creeme, te enamorás, una y mil veces más.